Peregrinar es transitar hacia lo esencial de nuestra existencia


Es como la vida misma. Existen momentos de máxima luz y de profunda oscuridad. De incertidumbres y certezas.
Nada es ideal, más bien es real.

La realidad nos acerca a la verdad, a nosotros mismos, a lo humano y divino: a la sinceridad.

El sentimiento es el mismo, sólo nos movemos de lugar. Los rostros son diferentes, pero en armonía con mi propia búsqueda PERSONAL. Es la entrega y total presencia para vivir la experiencia de peregrinar en comunión con personas que, al igual que yo, están cautivadas por la emoción de vivir la magia de esta festividad. Sin duda de aquí algo nos vamos a llevar.